El Fushimi Inari-Taisha es el principal santuario sintoísta y uno de los más conocidos de todo el Japón, dedicado al espíritu de Inari, y situado en uno de los distritos de Kioto, también es uno de los más antiguos ya que existe desde el Siglo VIII. El Fushimi Inari Taisha está a unos 10 kilómetros de Kioto, llegar hasta aquí es muy sencillo, basta con tomar en la estación central de Kioto uno de los trenes de la Línea JR Nara, sentido Nara, y bajarse en la parada Inari, son unos pocos minutos de trayecto Se encuentra situado en la base de una montaña también conocida como "Inari", que incluye varios senderos para llegar a otros santuarios más pequeños. Desde las épocas más antiguas de Japón , Inari era vista como patrona de los negocios, era el dios del arroz y una buena cosecha de arroz estaba ligada a tener una gran prosperidad en los negocios.
Al recorrer los caminos de los distintos senderos flanqueados por las Toriis, nos podemos encontrar diversas estatuas de zorros representado en los distintos santuarios de Inari con una llave en sus bocas (para el granero donde se conserva el arroz y por lo tanto la riqueza). Por eso los comerciantes y artesanos ofrecían culto a Inari a cambio de obtener riqueza en sus negocios, por lo que donaban numerosos Toriis que actualmente forman parte de la vista panorámica del templo. De este famoso templo se dice que posee más de 32.000 pequeños Toriis, llamados santuarios. En la base de la colina se encuentra el santuario Go Honden y la puerta de Sakura . Tras recorrer los caminos de senderismo flanqueados por Toriis, se puede parar en los varios puestos de comida que ofrecen Udon, un popular plato de fideos que toma su nombre de los zorros, que son los mensajeros de Inari . Nada más llegar me doy cuenta de que es otra de las localidades en las que parece que el tiempo se ha detenido.
Este santuario se encuentra situado en la base de una montaña, conocida también como "Inari", incluye varios senderos para llegar a otros santuarios más pequeños que se encuentran también dentro de este gran complejo. Por estos senderos nos encontramos miles de Toriis rojas que son donaciones de particulares, familias o compañías, como agradecimiento por un negocio que ha salido bien, o para pedir favores en empresas futuras. Observamos que las puertas Toriis tienen unas inscripciones que corresponden a la familia que la dono para el templo y el año de la donación. Las ofrendas suelen ser de sake y es considerado uno de los lugares más bellos de todo Japón y uno de los símbolos del País. Se hizo mundialmente famoso cuando apareció en la película "Memorias de una Geisha".
En las famosas Toriis del templo |
Visitamos el templo principal, al cual accedemos tras franquear dos enormes Toriis y enseguida después del templo
vemos las famosas puertas, una detrás de otra, situadas en las
numerosas cuestas e interminables escalones, que a lo largo de toda la
tarde y principio de la noche nos acompañaran en toda la ruta, además
de un hermoso bosque que rodea el camino, -eso hace que en algunos
tramos apenas pueda pasar la luz del sol-. En lo alto de la colina está el Santuario Principal, y aparte de los senderos más famosos de las Toriis, en la parte opuesta existen otros senderos que discurren a través de un bosque de bambú. Por fin llegamos a un punto conocido como "La Encrucijada",
llamado así porque el camino se bifurca en dos direcciones, (da igual
la dirección que tomes porque las dos conducen al mismo destino), que
van a dar al Templo Principal.
Nos damos cuenta que desde ese punto las Toriis
son más pequeñas y dan cierta sensación de empequeñecimiento y el
cansancio va haciendo mella en algunos del grupo, -llevamos ya varias
horas de caminata-, pero yo estoy decidido en llegar hasta el final, me
da igual el tiempo que tarde o cuando llegue, es uno de los días que
tengo marcados en el viaje y tengo como objetivo llegar arriba del todo. Para alcanzar la cima a través de varios senderos se cuenta con más de 1.200 escalones que asciendes rodeado de columnas.
Llegamos a una zona en donde se encuentra un pequeño lago y aprovechamos para descansar un poco y reponer fuerzas, aquí parte del grupo decide volver, llevamos todo el día de ruta y la tarde se nos echa encima y está empezando a anochecer. Quedamos con ellos en la base de la montaña, y otros continuamos, hasta poder llegar a la cima y concluir toda la visita. Durante todo el camino observamos multitud de gatos (son considerados animales sagrados) y tras un último esfuerzo conseguimos llegar al último templo situado en la cima del monte. Una vez echo las ofrendas de rigor y las oraciones en el templo, empezamos a descender, es noche cerrada y observamos que hay multitud de farolillos que van iluminando el camino de regreso hacia el templo, -produciéndose otra de las imágenes que guardaremos en nuestra memoria en este maravilloso viaje- , la sensación de que estamos en otro tiempo y en otra época se acentúa más y todos sin excepción disfrutamos del momento. Al llegar a la base de la montaña nos reunimos todo el grupo y compartimos todas nuestras experiencias pero todos coincidimos en algo, este día nunca lo vamos a olvidar.
* Para la elaboración y desarrollo de este artículo se han tenido en cuenta los datos obtenidos a través de wikipedia, Chibiaguia de viaje a Japón y la Lonely Planet, junto a las propias experiencias vividas durante el viaje. (Fotografías e ilustraciones originarias de Pedro García Barbudo).
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